sábado, 6 de enero de 2018

Nostalgia y presente


Desde siempre me ha gustado mucho el campo y las aves en concreto, en mi adolescencia-juventud hice varios cursos de guía de la naturaleza donde me pude acercar bastante a un mundo que me apasionaba y que era relativamente novedoso en la zona donde me movía, llegamos a formar unos cuantos locos una asociación de guías de la naturaleza, Asociación de guías de la Naturaleza "Los Macuteiros", nuestras actividades iban centradas principalmente al colectivo infantil, en  Moraleja (Cáceres) creamos un taller de los amigos de la naturaleza, donde cada fin de semana nos reuníamos con un grupo de jóvenes que voluntariamente asistían para hacer diferentes actividades durante la mañana de los sábados, unos días hacíamos calco de cortezas de árboles para identificar después, otros días hacíamos rutas ornitológicas por los alrededores de la localidad, empezamos a hablar a los niñas y niñas de la selección de basura, eso que ahora por fortuna y poco a poco está instaurado en la mayoría de los hogares, antes era todo una novedad eso de reciclar, hicimos herbarios prensando plantas para los participantes, salíamos a buscar egagrópilas y las descomponíamos después para analizar la alimentación de ciertas rapaces, sobre todo de lechuzas ya que encontramos un dormidero y cada mañana acudíamos a por nuestro regalo,e infinidad de actividades relacionadas con la naturaleza y juegos, muchos juegos...
Poco a poco fuimos entrando en la comarca de Sierra de Gata, donde nació la asociación y empujados por la época de vacas gordas de programas europeos como Leader o Youngstart nos fuimos aprovechando y realizando actividades que nos reportaban algunos dinerillos para ir invirtiendo en nuevos materiales y seguir creciendo, compramos material de escalada y abrimos algunas vías aprovechados por un curso de actividades deportivas en el mundo natural, aun recuerdo con nostalgia aquellos maravillosos años, al final acabamos estancados en el aula de la naturaleza "La Majada" que se creó en el camping Sierra de Gata, por la que pasaban miles de niños durante el curso escolar, aquello ya era trabajo de verdad, no estaba mal remunerado si comparábamos nuestro salario con el de otras profesiones de la zona, pero si echábamos cuenta de las horas que invertimos en aquel proyecto ya cambiaba la película, pese a todo fueron unos años estupendos, donde a nivel personal me aportaron mucho en mi crecimiento como persona, de niño rebelde de pueblo poco a poco me fui limando y curtiendo con el paso de grandes profesionales de la animación infantil y de educadores ambientales llegados de los diferentes rincones del tapiz español, al final un endiablado accidente que se cobró la vida de mi compañero de batallas y muchos desencantos posteriores me acabaron alejando de ese campo y enfocando mi futuro a la rama asistencial y sanitaria, cosa de la que no me arrepiento porque me apasiona igualmente. Gracias a ese giro conocí a la MUJER DE MI VIDA y nacieron los PROYECTOS DE VERDAD y con ella dos preciosas criaturas (Luna y Jara)  ahora dispongo de tiempo libre para volver a experimentar con mis hijas la ilusión de aquellos niños del taller de los amigos de la naturaleza, descubrí la libertad de movernos en furgoneta y dentro de nuestros límites nos movemos todo lo que podemos, viajamos todo el año y alguna vez nos gusta contar algo de nuestro desplazamientos en furgo, en las redes sociales contamos una mínima expresión de nuestra vida aunque nos gusta compartir ciertas cosas ya que también agradecemos leer a ciertos bloggeros o instagraners para conocer nuevos lugares y crearnos ciertas necesidades.

un saludo para quien haya llegado a leer hasta aquí sin aburrirse.

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