jueves, 7 de marzo de 2013

Escapada por Cornalvo


Hacía tiempo que quería visitar el Parque Natural de Cornalvo y ahora que me encuentro en Mérida, tenía que aprovechar la ocasión, qué mejor forma de hacerlo que pernoctando en su interior, recorriendo alguna de sus rutas y disfrutar de la belleza del amanecer y del ocaso en las aguas del embalse de Cornalvo sobre el arroyo Albarregas, conocer la presa romana construida para abastecer de agua a la antigua Emérita Augusta, y disfrutar como buen amante de la ornitología de las aves de la zona, donde hay catalogadas unas 155 especies diferentes de seres alados.

Comenzamos nuestra escapada visitando el Centro de Interpretación del Parque, donde amablemente nos recibió uno de sus agentes, ofreciéndonos amplia información de la zona, marcándonos notas sobre el mapa y destacando aquellos lugares de "visita obligada". Viajar entre diario ofrece ciertos "privilegios" como recibir atención personalizada en los puntos de información y poder disfrutar prácticamente en solitario en un entorno tan maravilloso como Cornalvo.
Quedarse dormido con el suave croar de las ranas de fondo y despertarse, con el chapoteo de las anátidas regresando al embalse sobre la presa romana, es una de las experiencias agradables que ofrece este entorno. 
Hay una ruta circular de unos 8 km que recorre todo el perímetro del embalse, donde se pueden divisar gran variedad de especies sobre el agua y adentrarnos entre las jaras, encinas y alcornoques característicos de la región extremeña.




Otra de las rutas que realizamos parte de la Presa del embalse hasta enlazar con la ruta del Berrocal del Rugidero, ida y vuelta tiene unos 12 km aproximadamente y es más que recomendable. Sobre todo la parte de la ladera que va sobre el Arroyo de las Muelas, una zona donde sorprende la gran cantidad de tortugas que hay sobre las rocas, que demuestran que no son tan lentas como hablan de ellas y se sumergen con rapidez en el agua, desapareciendo sin dejar rastro.

Al final de la bajada sobre el Arroyo, sale un pequeño sendero a la izquierda que nos conduce a una zona de oquedades espectaculares que va tallando el agua sobre las rocas de granitos, hay un puente de madera y una soga amarrada a la roca para acceder a éste punto.



 El parque de Cornalvo es otro de los mucho rincones de Extremadura que merece la pena ser visitado y conservado, nosotros hemos disfrutado mucho esta pequeña escapada, viendo las primeras flores de jaras del año, especies como el sapo partero ibérico, culebras, anátidas, rapaces,etc.
                                                                                                            


 Un lugar al que volver, un sitio para recomendar, un paraje para abrir los sentidos y disfrutar de la magia que ofrece la dehesa y contemplar la cantidad de especies que adoran los pantanos y los humedales tanto como yo. El agua es fuente de vida y cada vez que me acerco a uno de éstos lugares aprendo muchas cosas, Extremadura presenta rincones y ecosistemas para satisfacer hasta al viajero más exigente, Extremadura es bella de norte a sur y con este tipo de entradas en mi blog tan solo pretendo mostrar alguna alternativa más a quien visite mi espacio.