domingo, 15 de marzo de 2015

Marvâo


Marvâo, es un pueblo pequeño del Alentejo que nos encontramos a pocos kilómetros de pasar la frontera hispano-lusa por Valencia de Alcántara. Lo más significativo sin duda de este pequeño pueblo medieval es su castillo, algo singular y muy representativo de muchos de estos pueblos portugueses, que además suelen estar amurallados.
Es un lugar de visita obligada a quien viaje por esta zona, tiene rincones preciosos que se han quedado anclados en el tiempo de los tiempos, lugares donde pararse a reflexionar y remontarte a otra época anterior de batallas e historias de películas.
Marvao y todo el entorno donde se haya, están incluidos en la lista de candidatos a Patrimonio de la Humanidad que concede la UNESCO, Sin duda es un justo candidato a dicho reconocimiento.
Según he leído este municipio anclado en el Parque natural de la sierra de San Mamede, recobró mucha importancia al estar cerca de una antigua calzada romana que unía Cáceres con Santarém a la altura del puente que cruzaba el río Sever (Puente del Portaje).


Las vistas desde castillo del municipio son impresionantes, y el entramado de calles que conducen al castillo gozan también de un encanto singular. Por las calles podemos encontrar algunas tiendas de artesanía y productos típicos de la zona para comprar como recuerdos.

Justo a la falda del castillo hay un pequeño jardín muy bien cuidado y conservado con una fuente donde pararse a descansar y contemplar la majestuosidad del lugar. Nosotros hicimos una parada técnica para alimentar a nuestra pequeña Luna después de un largo paseo por todo los entresijos que guarda la fortaleza.
Es otro de los lugares en los que no es recomendado viajar con bebés si no son porteados, puesto que las irregularidades y desniveles del terreno dificultarían mucho el disfrute y el acceso a lugares de interés.
Tras un día intenso de caminata, desafiando al frío y en ocasiones a una suave lluvia, que se combate refugiándose en una taberna con un café portugués delicioso, tras una jornada en la que parece que nos hemos trasladado al pasado, que hemos llenado nuestra mochila y nuestro corazón de sentimientos y nuevas vivencias, en compañía de nuestra pequeña y nuestro fiel perrito. Llega por fin descansar, guardar para nosotros lo vivido y rellenar unas cuantas hojas más de nuestro particular cuaderno de rutas, en qué mejor lugar que en nuestra casita con ruedas.
Merecido descanso en el área de autocaravanas de Marvao con unas vistas espectaculares de la zona.
seguiremos contando en este humilde blog nuestro viaje por Portugal.
hasta la próxima!!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario